Amorphis - Silent Waters


El exceso nunca fue mejor que la carencia.
Igual que no debería estar permitido vivir sin techo, debería estarlo hacerlo sin suelo.
El friolero y el caluroso se envidian mutuamente, a pesar de que no se comprenden ni se comparten.
El que ama desearía poder odiar un poquito en algunas ocasiones, y viceversa, aunque el que odia no es consciente de que desearía amar.
Igual de poco sano es un cristal totalmente transparente como uno totalmente opaco.
Al vivo que le gustaría estar muerto debería poder pedir el cambio a uno del otro barrio, para que nos contase algo.
Sólo el "siempre" iguala el peligro que tiene el "nunca".
Todos nos creemos sumamente inteligentes como para hacer el tonto de vez en cuando.
Y ante todo hay un enfrentamiento diario que me aturde y me desgarra, entre el que dice que no hay que ser bueno sino parecerlo, y el que recorre las calles con la bandera de las apariencias infieles.


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