Mientras devoro el "Hail To The King" de Avenged Sevenfold, nacido ayer, me hallo aquí dándole vueltas al coco y mirando hacia detrás y hacía delante.
Intento mirarme con los mismos ojos que me he mirado siempre pero hoy los datos son los que mandan y las fotos las que me replican, diciéndome que el plan, los alrededores, las responsabilidades y la actividad dista de lo que otrora fue lo habitual en este humilde yo.
Más músculo pero con menos aristas, menos pelo (o el mismo pero peor repartido), nuevos discos de una misma dinastía que suenan a menor volumen, menos deporte pero con el doble de esfuerzo, más dinero pero menos "cash", mejor trabajo pero menos fuerza una vez van apagándose las vacaciones, un trasiego continuo de amigos que suben y bajan escalones pasando unos a ser hermanos y otros a conocidos, mayor independencia con menor posibilidad de soltar un "eso es lo que hay", menos apetito y una boca más hambrienta que alimentar, disfraces para el día a día y camisetas que no envejecen, un móvil que no deja de sonar en busca de viajes a sitios donde no haya cobertura, y una perilla que cada día pertenece más a una realidad alternativa.
La vida es un cambio continuo y los cambios, cambios son. Algunos de ellos llegan para quedarse y la mayoría de ellos, son bienvenidos y están aquí para nosotros. Cómo las voces femeninas que, sin saberlo, van susurrándome cosas aunque todavía no hablen.
Cada día doy menos importancia a la Y del Yo y quiero más a la Doble L...
Intento mirarme con los mismos ojos que me he mirado siempre pero hoy los datos son los que mandan y las fotos las que me replican, diciéndome que el plan, los alrededores, las responsabilidades y la actividad dista de lo que otrora fue lo habitual en este humilde yo.
Más músculo pero con menos aristas, menos pelo (o el mismo pero peor repartido), nuevos discos de una misma dinastía que suenan a menor volumen, menos deporte pero con el doble de esfuerzo, más dinero pero menos "cash", mejor trabajo pero menos fuerza una vez van apagándose las vacaciones, un trasiego continuo de amigos que suben y bajan escalones pasando unos a ser hermanos y otros a conocidos, mayor independencia con menor posibilidad de soltar un "eso es lo que hay", menos apetito y una boca más hambrienta que alimentar, disfraces para el día a día y camisetas que no envejecen, un móvil que no deja de sonar en busca de viajes a sitios donde no haya cobertura, y una perilla que cada día pertenece más a una realidad alternativa.
La vida es un cambio continuo y los cambios, cambios son. Algunos de ellos llegan para quedarse y la mayoría de ellos, son bienvenidos y están aquí para nosotros. Cómo las voces femeninas que, sin saberlo, van susurrándome cosas aunque todavía no hablen.
Cada día doy menos importancia a la Y del Yo y quiero más a la Doble L...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lee. Escucha. Escupe.