Era un cero.
Empeñaba su tiempo en su imagen, sus qué dirán, en vidas que no eran la suya, en ver pajas en ojos ajenos y en buscar excusas hasta para respirar.
Físicamente daba para más, pero no lo trabajó. De cerebro era del montón. Pero psicológicamente no valía un duro. Tiró su vida a la basura buscando un enemigo que continuamente mejorara sus capacidades, y terminó por sucumbir al lado oscuro de la derrota cuando cambió la experiencia o la vivencia por hacerse seguidor de mujeres, hombres y viceversa, el programa de gemeliers o cualquier película donde aparezca Sandra Bullock que se precie.
Y en ese punto se sintió inmortal, pues lo poco que vivió en sus carnes es que para que te puedan matar, tienes que estar vivo.
Empeñaba su tiempo en su imagen, sus qué dirán, en vidas que no eran la suya, en ver pajas en ojos ajenos y en buscar excusas hasta para respirar.
Físicamente daba para más, pero no lo trabajó. De cerebro era del montón. Pero psicológicamente no valía un duro. Tiró su vida a la basura buscando un enemigo que continuamente mejorara sus capacidades, y terminó por sucumbir al lado oscuro de la derrota cuando cambió la experiencia o la vivencia por hacerse seguidor de mujeres, hombres y viceversa, el programa de gemeliers o cualquier película donde aparezca Sandra Bullock que se precie.
Y en ese punto se sintió inmortal, pues lo poco que vivió en sus carnes es que para que te puedan matar, tienes que estar vivo.
Salud, Fuerza y Vigor.
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