Llevo días dándole vueltas al tema terrorismo y a los radicalismos religiosos y como siempre procuro sacar los pies del tiesto, explorar otros puntos de vista menos típicos y lejos de tópicos de los que repite mucha gente por el hecho de haberlos escuchado de alguien.
He llegado a una conclusión: la culpa es del pueblo, como todo en esta vida.
Las guerras se mueven por dinero, los gobiernos manejan los hilos, venden armas y matan por petróleo y todo lo que tú quieras, pero los ejércitos existen porque hay criaturas que se apuntan, nenes y nenas que tras jugar una partida de risk piensan que coger un rifle es el siguiente nivel y que si encima le pagan, por qué no! pues bien, cenutrios...
...a ver como lo digo, si tuviera que luchar por algo a vida o muerte haría una lista, y os aseguro que una bandera estaría a la cola de las cosas por las que no mataría, ni siquiera por las que moriría, es que por una bandera no movería ni un puto dedo. Lo respeto todo, pero también lo razono, y considero que un niño con 20 años que se mete en el ejército y acepta irse a 6000 km a combatir no sé qué no tiene dos dedos de luces, es hijo de descerebrados que se lo permiten y dan pie a que un tiempo después, el pacificador sea considerado un enemigo tocapelotas más.
Y es que si en mi casa hay un problema, ven a solucionarlo si yo te llamo.
No soldados, no ejércitos. Y que cada perro se llama su cipote.
Movimiento, siempre buscando tu bien y el de tu vecino, coño.
Paz, Salud, Fuerza y Vigor.
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