Se acabó esto de la navidad.
Personalmente llegué a esta fase del año sin fuerzas para amar a tanta gente, así que no me quedó otra que tachar eventos, gastos, ahorrar esfuerzos y abrazos y decidir que lo que saliera de mí, tanto si era un beso como una mierda, fura de verdad auténtico y fuese mío. Creo que lo he conseguido. He fallado, pero voy a recordar este período de 2016-2017 mejor que otras muchas navidades con más tontería y excesiva cantinela.
Para poder escribir la carta a los reyes magos tuve que renunciar a cosas, ganar una campaña comercial, pedir el regalo estrella por un catálogo, reclamar el pedido, desmontar piezas, encargarle al taller el amarillo exacto que quería, volver a montar y entregar... Pero vi la cara que quería ver.
He dado lo que tenía, he disfrutado lo que podía y he aprendido que esto de la navidad, si lo dedicas a lo realmente importante (tus gustos y los gustos de los tuyos) no sólo puede dejar de ser un coñazo absurdo, rancio y de borregos, sino que puede molar mucho.
Salud, Fuerza y Vigor.
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