Buenos días lectores y potenciales amigos, hoy nos volvemos a tirar a la calle, camino de un hotel en el que me están moldeando y preparando para cuando tenga que saltar al ruedo y el sol apriete como los viejos del lugar dicen que aprieta, y en esas estoy. Mentalizándome.
Y mientras tanto el mundo sigue girando, cargado de puntas de icebergs que cada vez son más grandes por lo que no queda otra que agachar la cabeza y pensar en el tamaño de lo que hay debajo, y de lo que se viene encima. Ese futuro, variopinto y desdichado, tiene toda la pinta de que será colonizado por el dicho aquel, el de "cualquier tiempo pasado fue mejor", y aunque vaticino que objetivamente no será así, así lo percibiremos puesto que cuando te quitan lo que hace tiempo debió dejar de ser tuyo, se es consciente de que se estaba mejor de lo que uno se merecía.
A modo de resúmen, que rezo a Satanás cada medianoche para que esas tijeras que hoy todo lo cortan, se giren violentamente hacia el cuello del que las empuña, e igual para los que en su día cortaron y los que cortarán, y le rezo para que en tiempos de cabezas gachas, me sostenga la barbilla erguida y que esa infinita sonrisa de la que presumo, no vea pronto su fin. Que tengan ustedes un buen día, que yo lo vea.
Nos iría mejor en un mundo sin espejos en los que mirarnos.
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