He retornado a la candente Mairena sano y salvo, con anécdotas que contar y sin heridas por asta de toro, no por no torear (que como correr, es de cobardes) sino porque el bicho era un perro grande disfrazado de vaquilla! eso sí, te acercas y acojona, por muy pequeña que se vea desde el tendido, donde había alrededor de 1000ºC que se convertían en 1000000 cuando saltabas al ruedo. Total, que demostré mi temple y, segun cuentan las lenguas, y me marqué una par de pases con algo de estilo. Pero de mayor sigo queriendo ser banderillero...
Una gran experiencia esa de la despedida de soltero. Espero que el novio haya resucitado a estas horas de la tarde.
Hoy, una vez recuperadas las energías, me he acoplado en el sillón de mis santos padres dispuesto a tragarme una dosis considerable de automovilismo, con escasas esperanzas debido a que el Valencia Street Circuit me brinda cada año el peor Gran Premio del campeonato (y que este mamotreto deje fuera a otros circuitos...), pero macho, entre el espectáculo de la GP2 y la brutal demostración de la F1, he flipado como un pollo. Eso sí, hay una cosa que si no la digo reviento. Señores de Antena 3, hacen ustedes un previo vomitivo, vacío y desesperante: me da igual como se seleccionen a las pit babes, me da igual si el señor Hamilton (pa matarlo hoy) se pone nervioso cuando queda con una chica y me dan igual los piques y las apuestas entre Lobato y Gené (cómo te prestas a eso muchacho...). Quiero ver fórmula 1 joder, no el coño de la Bernarda!! y Antonio Lobato, apréndase usted los cascos de los pilotos de una puta vez! qué menos!!
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