Con el permiso de ustedes, los de la vieja escuela, allá va esta humilde entrada con mi humilde opinión.
Resulta que hay quienes al escuchar "tú" saltan. Y no saltan para darte una clase de respeto y de buenas maneras, sino que saltan para faltarte el respeto porque han escuchado "tú" y no "usted". Les da igual el resto de la frase.
Soy de la escuela de la naturalidad, y como no me gusta que la gente me llame de usted, y además me hace sentir incómodo, no lo hago yo, excepto en contadas situaciones. Así que hoy estoy aquí para (además de darte tu dosis diaria de rock, y en el caso de hoy, muy positiva) decirle a la parte noble de la vieja escuela, sección subnormales, que aquí está el tio para tratarte con respeto, utilizar un vocabulario adecuado y entablar una conversación contigo lo más agradable posible, tratando los temas que te conciernen y planteándote las soluciones más idóneas y asequibles.
Si se ha enfadado porque me he dirigido a usted de "tú", quizás le parezca mejor que me cague en "su" puta madre, y le desee que "su" existencia siga siendo tan patética como para seguir siendo el mismo capullo que no tiene otro modo de demostrar superioridad que mediante este tipo de gilipolleces. Agradeciéndole, por supuesto, que haya gastado una ínfima parte de su miserable vida hablando conmigo.
De buen rollo, y de usted, para que no se queje. Y de hecho, no se queja.
Resulta que hay quienes al escuchar "tú" saltan. Y no saltan para darte una clase de respeto y de buenas maneras, sino que saltan para faltarte el respeto porque han escuchado "tú" y no "usted". Les da igual el resto de la frase.
Soy de la escuela de la naturalidad, y como no me gusta que la gente me llame de usted, y además me hace sentir incómodo, no lo hago yo, excepto en contadas situaciones. Así que hoy estoy aquí para (además de darte tu dosis diaria de rock, y en el caso de hoy, muy positiva) decirle a la parte noble de la vieja escuela, sección subnormales, que aquí está el tio para tratarte con respeto, utilizar un vocabulario adecuado y entablar una conversación contigo lo más agradable posible, tratando los temas que te conciernen y planteándote las soluciones más idóneas y asequibles.
Si se ha enfadado porque me he dirigido a usted de "tú", quizás le parezca mejor que me cague en "su" puta madre, y le desee que "su" existencia siga siendo tan patética como para seguir siendo el mismo capullo que no tiene otro modo de demostrar superioridad que mediante este tipo de gilipolleces. Agradeciéndole, por supuesto, que haya gastado una ínfima parte de su miserable vida hablando conmigo.
De buen rollo, y de usted, para que no se queje. Y de hecho, no se queja.
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