Asking Alexandria - Not The American Average


Con trabajo o sin él, con pareja o sin ella, con buen tiempo o sin él, con dinero o tiesos perdíos, o incluso teniendo salud, hay días en que ni tu mismo te aguantas. Te frenas y enumeras todo lo bueno que te rodea. Y subestimas todo lo malo, pero sigues sin evitar que tu sonrisa parezca forzada.

La atmósfera está cargada y la muy puta te arrastra, y si es lunes todo se agrava. Y vuelves a recordarte lo afortunado que eres por nacer donde has nacido, por estar tan bien rodeado y por estar entero. Por lo que hay y por todo lo que viene.

Y luego hay días (que suelen coincidir con el amado Viernes) en que todo sigue igual y sin embargo el cielo es más azul, todo huele a flores y de comer te ponen huevos con patatas. Y lo grabas en tu memoria para que todos los días fueran así, como debería ser, y para que te acuerdes que todo habría que mirarlo desde este prisma y que no hay nada en la vida que merezca diluir esta sonrisilla que hoy me adorna la cara. Para colmo, mi niña trae de camino mi sangre, aunque yo desde aquí sigo rezándole a Satán para que el día que asome su rostro al balcón al que ya mira se parezca a su puñetera madre, con sus rizos, sus ojos grandes y esas carcajadas que día a día se hacen más constantes.

Feliz fin de semana, que entre todos sigamos dándole capotazos a la crisis y que nada ni nadie sea capaz de cambiar el color de este papel de regalo. Vivir es una ilusión!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lee. Escucha. Escupe.