Podría aburriros con otra de mis historias personales contada en clave, pero hoy no. Básicamente porque no tengo ganas de poner en su sitio a los que te piden que te vistas por los pies mientras ellos, desnudos, te van dando churrazos de manera periódica. Algún día cambiará la historia y mi venganza será portarme con ellos todo lo bien que no se portan conmigo, y valorarlos como se merecen.
Ese tipo de episodios en los que te sientes infravalorado, engañado o similares, te sirven también (menos mal) para darte cuenta de lo que tienes alrededor durante demasiadas horas y lo poco que disfrutas a los que, durante todas esas horas, te arropan aunque solo sea vía móvil, esos ángeles de la guarda míos que cada día son más grandes.
Total, que soy un amante de la vida, y que el día que tenga algunos euros más o simplemente me toquen los cojones con más suavidad en vez de con palos, le sacaré más ventaja al segundo en ser el tío más feliz del mundo.
Pdta: Me he hecho una facebook page para el blog, porque me he dado cuenta de que escribo poco porque me quita mucho tiempo hacer una entrada, así que aquí seguiré dejando mis divagaciones de vez en cuando y en el facebook le daré algo de vida a mi enfermedad con cositas más rápidas, tapitas de caña de lomo (fotos, videos, noticias, etc.).
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Pasen y vean.
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