He vuelto...
Ya tengo Internet de nuevo. En estos días de desconexión con la era de la información he aprovechado para poner en pie alguna idea en el trabajo, me he chupado mi octava mudanza en 10 años (maravillosos), he visto como se definía el color de ojos de una princesa, como engordaba su ser y como sonreía sin parar al cantarle su padre la sublime Live For The King, he oído voces que echan de menos mi actividad en este blog y he valorado los silencios que agradecían ese parón, he llorado en la distancia la victoria de una máquina sobre un aneurisma cerebral, he visto brotes verdes florecer y he visto barbas de vecinos, he cambiado de coche 4 veces y he aprovechado para ir redactando en mi cabeza lo que dentro de 2 años leeré...
Claro que también me ha dado tiempo para cagarme en los muertos de personas antinaturales no-altruistas egocéntrico-psicóticas, de las lesiones musculares, de las quejas indirectas, de la programación televisiva, de los enfados perennes como modo de vida, de las derrotas de mi equipo y de la burocracia española.
Entre medias, me ha dado para seguir comiendo gloria, alternar ropa de padre jóven apuesto de buena familia con camisetas sin mangas con calaveras que escupen fuego, he quemado algunos troncos y he tumbado menos botellines con mi padre de los que me hubiera gustado.
Total, que he seguido siendo uno más. Y aquí estoy de nuevo para lo que haga falta.
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