Otro episodio atemporal de vida que te mantiene vivo en la batalla, un breve respiro que te permite levantar la frente y ver que, no solo hay gente peor que tú (y que, por ende, tus problemas no valen un duro), si no que no hay gente que esté mucho mejor, y si lo están no lo saben, pues le dan más valor a un puñado de docenas de euros en su cuenta que a preparar un platito de pulpo con sal, aceite y pimentón, y compartirlo con ellas, las más bellas.
Tal vez nos iría mejor si nos metieran con calzador menos historias pasadas de bandos y contrabandos y dejaran de pintarnos unos extremos mejor que los otros. Y sobre todo nos iría mejor si se cortasen manos cada vez que pasa lo que pasa y no se remedia lo que nadie tiene huevos de remediar.
Hoy quiero meterle fuego hasta al papa de Roma y el motivo es simple, nos preocupamos de gilipolleces y no somos capaces de evitar que un padre, en un descuido, atropelle a su hija hasta quitarle al vida y, al mismo tiempo, destroce la suya hasta el punto de dudar no sólo de si el resto del mundo va a ser capaz de perdonarlo sino, lo que es más difícil, si él mismo va a ser capaz de lograrlo. Yo, al menos, así me sentiría. De hecho así llevo sintiéndome todo el día.
Tal vez nos iría mejor si nos metieran con calzador menos historias pasadas de bandos y contrabandos y dejaran de pintarnos unos extremos mejor que los otros. Y sobre todo nos iría mejor si se cortasen manos cada vez que pasa lo que pasa y no se remedia lo que nadie tiene huevos de remediar.
Hoy quiero meterle fuego hasta al papa de Roma y el motivo es simple, nos preocupamos de gilipolleces y no somos capaces de evitar que un padre, en un descuido, atropelle a su hija hasta quitarle al vida y, al mismo tiempo, destroce la suya hasta el punto de dudar no sólo de si el resto del mundo va a ser capaz de perdonarlo sino, lo que es más difícil, si él mismo va a ser capaz de lograrlo. Yo, al menos, así me sentiría. De hecho así llevo sintiéndome todo el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lee. Escucha. Escupe.