No frenamos. No desconectamos.
Somos incapaces de automatizar las metamorfosis que tan bien nos harían para pasar en minutos de lo laboral a lo ocioso y viceversa, del calor al frío, del arrebato a la calculadora, del ojo ajeno al dolor de tu ser más querido o del planning de estudio a saborear una gamba.
Tal vez todo sea más sencillo de lo que parece y simplemente tengamos que averiguar donde está el interruptor.
O tal vez eso sea nuestro único consuelo, mejor que pensar que es imposible.
Hablen, debatan, peleen, besen y bailen con sus demonios interiores. Nadie, excepto ellos, pueden llegar a ser sus mejores cómplices.
O el mayor freno a sus vidas.
Manden a la mierda al miedo y vivan.
Y que el demonio que todos llevamos dentro les bendiga. A tope de volumen.
Somos incapaces de automatizar las metamorfosis que tan bien nos harían para pasar en minutos de lo laboral a lo ocioso y viceversa, del calor al frío, del arrebato a la calculadora, del ojo ajeno al dolor de tu ser más querido o del planning de estudio a saborear una gamba.
Tal vez todo sea más sencillo de lo que parece y simplemente tengamos que averiguar donde está el interruptor.
O tal vez eso sea nuestro único consuelo, mejor que pensar que es imposible.
Hablen, debatan, peleen, besen y bailen con sus demonios interiores. Nadie, excepto ellos, pueden llegar a ser sus mejores cómplices.
O el mayor freno a sus vidas.
Manden a la mierda al miedo y vivan.
Y que el demonio que todos llevamos dentro les bendiga. A tope de volumen.
Salud, Fuerza y Vigor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lee. Escucha. Escupe.