Cierro el fin de semana con dos reflexiones que creo me acompañarán hasta el fin de mis días:
1. Ser osasunista y practicante tiene un mérito que te cagas. No reconocido, por cierto.
2. El que tuvo la genial idea de cambiar la hora se podía haber muerto media hora antes.
Y en esas estamos, tan ricamente.
Salud, Fuerza y Vigor.
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