Acabamos de consumar un sutil epílogo a un episodio de los que marcan, ya pasado y casi difuminado en el tiempo, pero que nos pedía el cuerpo que le pusiéramos la ultima tilde a la palabra que lo resumía: empatía.
Una vez le hemos demostrado al karma que en el caso contrario también le íbamos a sonreír a la vida e íbamos a poner sobre la mesa toda nuestra ejemplaridad, tan solo nos quedaba disparar al contrario con la reflexión que hasta ahora me ha acompañado y espero que siga haciéndolo. Aquella que dice algo así como que si esta historia fuese una película, me gustaría ser el personaje que me ha tocado, y no el de la otra protagonista, la auténtica zorra implacable capaz de hacer lo que hizo (o no hacer lo que no hizo).
No se si le servirá de algo a la buena moza, lo dudo. Me encantaría que mi colega Marnson, el Reverendo, se encargara de comprobarlo y la viera/hiciera llorar como lo que es, una perra mala.
Una vez le hemos demostrado al karma que en el caso contrario también le íbamos a sonreír a la vida e íbamos a poner sobre la mesa toda nuestra ejemplaridad, tan solo nos quedaba disparar al contrario con la reflexión que hasta ahora me ha acompañado y espero que siga haciéndolo. Aquella que dice algo así como que si esta historia fuese una película, me gustaría ser el personaje que me ha tocado, y no el de la otra protagonista, la auténtica zorra implacable capaz de hacer lo que hizo (o no hacer lo que no hizo).
No se si le servirá de algo a la buena moza, lo dudo. Me encantaría que mi colega Marnson, el Reverendo, se encargara de comprobarlo y la viera/hiciera llorar como lo que es, una perra mala.
Salud, Fuerza y Vigor.
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