Hace unos días hablábamos de que a mayor información más infeliz eres, o más complicado se hace mirar con las gafas de un niño y más natural te sale la mirada del perro de los Simpson.
Llega uno al punto de que no sabe si creerselo todo o no creerse nada, o creerse la mitad y entonces habría que elegir la mitad buena o la mitad mala.
Llega uno al punto de que no sabe si creerselo todo o no creerse nada, o creerse la mitad y entonces habría que elegir la mitad buena o la mitad mala.
Total, que como para aguantarlo todo habría que ser una puta máquina, al final opta uno por pasarse aquello (y lo otro, y lo otro, y lo otro) por la punta del ciruelo y dedicarse a sobrevivir.
Salud, Fuerza y Vigor.
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