In Flames - Take This Life


Nunca he tenido un cerebro privilegiado, pero sí he sabido qué guardar en él. Es una tecnica que he ido y sigo perfeccionando y hay casos extremos en los que depende de quien me hable, ni lo escucho. Los que me conocen de verdad, me lo notan.

Pienso que es puro instinto de supervivencia, alguna excusa tengo que poner ante tal desfachatez, pero tras varios años en los que ciertas losas me han pesado más de la cuenta, y en los que he echado cuenta a opiniones, consejos, formas de vida o de no vida que poco me aportaban o flaco favor me hacían, de un tiempo a esta parte voy volviendo en mí y reencontrando mi orden, y lo que me gusta(ba) lo disfruto mucho más. Y se me ve.

Gracias a todo ello, me doy cuenta de que la vida es maravillosa en magnitudes incalculables en cuanto incalculable es lo que nos gusta algo que nos gusta de verdad.  Eso es lo que me hace sobrevivir a Marhuendas, Ronceros, Lomos de ternera con ternilla en un 80%, llamadas de teléfono a deshora, cotorreos de gente capaz de hablar sin parar sin necesidad de respirar o vendedores de romero capaces de conectar con el mismísimo dios cabrón.

Da igual si mi motivo es carnal o incorporeo, da igual que se llame Laur(it)a o Heavy Metal, me da igual que sea una buhardilla donde poner a prueba mis tímpanos mientras leo algo o una ruta en bici con mi cámara de fotos. Lo que me importa es está 8, 80 u 8 millones de escalones por encima de las cosas que odio.

Más que odiar, es que me dan un coraje que te cagas.

Salud, Fuerza y Vigor. 

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