Metallica - St. Anger


Conduciendo y con Pocoyó sonando en mi nuca, mi pequeña cantando y entre todos anulando a mi Spotify sonando, así me ha surgido esta reflexión...

Me he dado cuenta que una persona, un grupo, un ente o una idea, no es en mi corazón tan buena como fue su mejor momento, por muy bueno que fuese. Y me ha gustado saberme así, porque da a entender que perdono bien, comprendo mejor y a olvidar no me gana nadie.

Os animo a no medir al otro por lo bueno que es cuando le va todo de cara, sino por cómo maneja la parte chunga de la vida. Todos cometemos errores, y el amor en su más amplio sentido no debe consistir en que te quieran alegre, sonriente, fuerte y carismático.

Debe ser caer en el fango y que una mano te saque, estar de cables cruzados y que te aplaquen sin echar palitos en candela, que esté prohibido terminantemente malinterpretar al otro y hacerse las mismas rozaduras en los pies para tirar del carro, hoy tú, y mañana yo.

Es que Metallica haga St. Anger, y que su dimensión no cambie. Que crezca.

Salud, Fuerza y Vigor. 

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