Imagina que existe ese punto intermedio.
En el que la gula y el hambre se llevan bien, Caín saluda con cariño a Abel, el riesgo y la seguridad se hacen uno y el amor y la amistad se lanzan al vacío para experimentar de una vez y sin moverse del sillón la protección paterno-filial a una hora y minutos después andan vomitando adrenalina, porque de un momento ando sabiendo perfectamente de qué pie cojeas y al minuto siguiente no tengo ni puta idea de quien eres.
Y en esas hay que andar, de jurado a ser juzgado sin pasar por la calle de en medio y con la objetividad por montera pues no por pasional nos vamos a convertir al imbecilismo sin darnos cuenta de que no sólo no estamos bien vistos, sino que puede que no hagamos tilín ni generemos odio y ese punto intermedio entre amor y odio esté más lejos de lo imaginado.
Pues imagina que existe ese punto intermedio y estás tan lejos de él tanto por un lado como por otro.
Hubo un sueño llamado zona de confort y algunos lo habéis politizado tanto, que últimamente no tengo cojones de pisarlo y me siento raro, como si necesitase descanso y no me atreviese a echar la cabezada en ninguna cuneta pues lo mismo me recoges y me das asilo, ducha, comida caliente, almohada y masaje, que me pisas el pie con una rueda, das marcha atrás para reventarme los hocicos con el espejo retrovisor y aceleras fuerte para salpicarme toda la mierda que hay en el camino.
Lo que sea, lo más cercano al punto intermedio y lo más alejado posible del cero, porfa!
En el que la gula y el hambre se llevan bien, Caín saluda con cariño a Abel, el riesgo y la seguridad se hacen uno y el amor y la amistad se lanzan al vacío para experimentar de una vez y sin moverse del sillón la protección paterno-filial a una hora y minutos después andan vomitando adrenalina, porque de un momento ando sabiendo perfectamente de qué pie cojeas y al minuto siguiente no tengo ni puta idea de quien eres.
Y en esas hay que andar, de jurado a ser juzgado sin pasar por la calle de en medio y con la objetividad por montera pues no por pasional nos vamos a convertir al imbecilismo sin darnos cuenta de que no sólo no estamos bien vistos, sino que puede que no hagamos tilín ni generemos odio y ese punto intermedio entre amor y odio esté más lejos de lo imaginado.
Pues imagina que existe ese punto intermedio y estás tan lejos de él tanto por un lado como por otro.
Hubo un sueño llamado zona de confort y algunos lo habéis politizado tanto, que últimamente no tengo cojones de pisarlo y me siento raro, como si necesitase descanso y no me atreviese a echar la cabezada en ninguna cuneta pues lo mismo me recoges y me das asilo, ducha, comida caliente, almohada y masaje, que me pisas el pie con una rueda, das marcha atrás para reventarme los hocicos con el espejo retrovisor y aceleras fuerte para salpicarme toda la mierda que hay en el camino.
Lo que sea, lo más cercano al punto intermedio y lo más alejado posible del cero, porfa!
Salud, Fuerza y Vigor.
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