Hay que saber encajar las críticas. Y hay que encajarlas esbozando una sonrisa, asintiendo con la cabeza y siguiendo la corriente sin que se den cuenta. Y dando las gracias, porque siempre es bueno que te encuentren un fallo, para no volver a cometerlo jamás.
Luego, a solas, te comes la cabeza, te preguntas como has podido cagarla aunque haya sido una mijita, o como has dado pie a que haya podido parecer un fallo. Y sigues p'alante.
Porque si hay algo chungo en esto es mirar atrás, darte con el látigo y pensar "y si...".
Por contra, no hay nada mejor que después de todo esto de haber fallado o que lo parezca, hacer lo que te salga de las pelotas, y no por ser más chulo que un ocho, sino porque la vida es fallar, echarselo por la espalda, brindar, trabajar y vender. Sobre todo las dos últimas, hagas lo que hagas.
Luego, a solas, te comes la cabeza, te preguntas como has podido cagarla aunque haya sido una mijita, o como has dado pie a que haya podido parecer un fallo. Y sigues p'alante.
Porque si hay algo chungo en esto es mirar atrás, darte con el látigo y pensar "y si...".
Por contra, no hay nada mejor que después de todo esto de haber fallado o que lo parezca, hacer lo que te salga de las pelotas, y no por ser más chulo que un ocho, sino porque la vida es fallar, echarselo por la espalda, brindar, trabajar y vender. Sobre todo las dos últimas, hagas lo que hagas.
Salud, Fuerza y Vigor
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