Hola zagales! Me gusta el amigo Miguel Ríos, tipo auténtico donde los haya y que tuvo a bien dejarnos huérfanos cuando tomó la determinación de retirarse a descansar. Un grande.
Hoy mi sinceridad me ha jugado una mala pasada, así que ando un poco de capa caída, si bien laboralmente las cosas van para arriba como un tiro, cosa que me llena tanto como el potaje de habichuelas que me he hincado a mediodía (con su chorizo y su morcilla, una rodaja por cada "cuchará", como me enseñaron de chico) y que se ha presentado cada cuarto de hora en la oficina, mientras telefoneaba a una treintena de jóvenes para asegurar sus futuros viajes de Erasmus.
Cómo veis, una tarde normal encuadrada en una vida normal de un tipo normal, quizás con más paciencia que la media y un optimismo innato que hace que mi vida, un día más, siga siendo maravillosa. Gracias a todos por existir!!
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