He flipado como un pollo en mi finde de voluntariado ambiental. Ese es el resumen.
Para empezar echamos mañana de playa en la masificada Nerja, con un clima perfecto y el emblemático chiringo del Ayo, altamente recomendable para especies insaciables en lo que a cantidad de alimento se refiere, con una calidad media/alta y un precio insuperable: Barra libre de paella por 6'5 €.
Luego desplazamiento a Almuñecar donde nos esperaba una ruta turística involuntaria para encontrar el sitio, un palacete de propiedad municipal que no conoce nadie en el pueblo y que me temo da cobijo a altos cargos y noches de altas horas salpicadas de lujuria. Es solo una suposición. El sitio, una maravilla, sin nada que envidiar a muchos hotelacos. Allí nos esperaban el resto del grupo capitaneados por los tres monitores de Hombre y Territorio. Yo, con mis mil horas de trabajo semanales, mi poco descanso gracias a la infinita inauguración de los JJOO, el viaje y las 2 palustradas de paella, tuve a bien quedarme frito a modo de cabezada inevitable en una parte ardua (la única) de la teoría, hecho que cambió el curso del fin de semana y, sin sentirme orgulloso de ello, me vino bien.
A partir de ahí, conocer a una gente increíble, compartir mesa, mantel, pelotaris y chistes con los participantes y descansar nuevamente poco, para una mañana que ha transcurrido limpiando un camino de 1'5 Km en el que hemos encontrado hasta 2 tubos de escape, pañales y demás mugre inimaginable, mientras marcábamos un sendero para viandantes y poniamos a pleno rendimiento nuestras glándulas sudoríparas.
Como colofón, sesión de buceo con censo de especies, picaduras de medusa de regalo y apertura de un universo ante mi que me ha dejado maravillado. Justo antes, he cubierto el cupo de cimbreles que tenía que ver en directo para el resto de mi vida, si de aquí a mi muerte no veo más pichas tampoco pasaría ná... y justo después, tras recoger los pezones del suelo debido al frío que no a podido combatir el neopreno, fin de fiesta con bocata en chiringuito y despedida de unos tipos que, sin duda, no merecían que me quedara dormido en sus explicaciones. Agradecido a Patricio, David y Lucas porque con gente como vosotros, uno vuelve a creer en la Sensibilización Ambiental. Mil gracias! (Me lo he pasado en grande)
Una vez llegado al hogar, he logrado posponer el descanso para ver a mi Lotus que hoy ha estado tremenda en Hungaroring, aunque este Gran Premio tenía como dueño a un elemento que actúa como el Dr. Jekyll y Mr. Hide y que es estrictamente necesario para el Gran Circo.
Que descanseis en paz, literalmente, pero sin moriros.
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