Damageplan - Save Me


 El amigo Dimebag Darrell ha cogido esta mañana el autobús de Caronte para refrescarnos la memoria, y contarnos aquello que ya nos contaron otros que por cierto también pasaron por aquí.

Soy de la opinión de un tiempo a esta parte, el tiempo en el que considero que he adquirido consciencia propia (tiempo que además voy recortando periódicamente para desechar antiguas versiones beta de mí mismo), de que este tablero en el que nos han colocado y en el que los mandamáses se encargan constantemente de que compitamos y nos devoremos los unos a los otros, no es sino un negocio y/o un hobbie que entretiene pero no mantiene, ya que nos aleja de la auténtica y fascinante competición, la del Yo contra mí mismo. Superación, observación, reciclaje personal. Ese Yo que interiormente me susurra lo que no me gusta de los demás, pero que el hijoputa se calla como una perra cuando me paro frente a un espejo escasas veces al cabo del día. Ese yo, que mientras duermo fabrica pesadillas o sueños o mezclas de ambos y cuando despierto me convence de que estaba soñando con otras personas.

Un Yo que en raras ocasiones no quiero ni ver, al que normalmente amo y al que en días contados lo cogería por el pecho, lo levantaría dos cuartas del suelo y le diría a la cara que porqué ha tirado a la basura del olvido tantos momentos y frases en horario en el que no pasa el camión de recogida y en el que la calle huele, y todo ello sin ni siquiera consultarme. Me ha hecho presa de cometer tantos o más errores ya cometidos y aquí me veo, después de toda una mañana de actividad deportiva y laboral, con un calor de justicia aliviado por una cerveza y cantando y rezando que, por favor, alguien me salve de mí mismo!!


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