NeverWake - Pulse


Hay momentos en la vida de un optimista en los que tiene que bajarse del burrete y ponerse a ajustar cosas. Resulta que actuando por y para el bien de la comunidad y manteniendo la mirada erguida para divisar a lo lejos, hacia donde va uno, restándole importancia a las pequeñas piedras del camino, muchas veces no se llega porque te puedes pegar un carajazo y lo más lejos que alcances sea donde tu boca se encuentre con el firme.

Me he visto en ese punto estos días, y es por ello mi abandono. Se habla de malos tiempos, de crisis, de recortes y de decrecimiento justo en el momento en el que interiormente crezco más. Sé adonde voy, sé como voy a llegar e incluso pongo fechas y planto metas por las que pasar y sé a quién debo saludar en cada cruce.

Pero tenía que parar a repostar. He tenido que llamar a don dinero y pedirle que me de una tregua. A la dueña de mi cortijo, que no me de más latigazos de la cuenta, que yo recojo las mismas papas por menos; al cartero, que ya llevo yo las cartas; y a la mano que mece mi cuna, que estoy por pensar que soy yo el que, con mis nervios, hace que esto se balancee mientras ella se regocija en pensar que tal y como está la cosa, suerte tengo de notar tan solo el aire que ella mueve.

Vamos a echar un pulso, y aun perdiéndolo, mía será la victoria y largo y tranquilo dormiré pensando que permaneciendo por debajo, estoy por encima del que se cree ganador en esta guerra.

He vuelto. Para quedarme.


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