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Crónicas de un ciudadano de un país llamado Españistán, Capítulo II:

Tras el primer episodio, se ve que los que mandan en esto se han quedado con ganas y tienen la intención de seguir dándome la razón en que esto no va... os cuento.

Resulta que aquí andamos, de piscineo, cervecita y relax esperando a que mi niña tenga ganas de nacer. A veces nos puede la impaciencia, pero en términos generales lo llevamos bien, y la dejamos que ella decida. Tanto a primera hora del día como antes de irse a la cama, mi portacriatura y mi suegra tienen la costumbre de pasear un rato por la urbanización, hasta que este finde pasado las atacaron 2 perros. Andaban sueltos por la urbanización. Al escuchar los gritos, salí tras ellos con un palo en la mano y el corazón en la boca (os he dicho ya que está embarazada de 40 semanas??) amedrentarlos como pude, gracias a mi corpulencia imagino...

No les habían hecho nada, ni a mí me hicieron, más allá del susto (de cojones). Uno de ellos era un boxer, más apretao que un dedo en el culo, que corrió hacia ellas a mil por hora. Tras pegar con el palo en el suelo y enfrentarme a ellos a voces, comprobé mis calzoncilllos y, voilá!, estaban limpios. Pego en el timbre del dueño de los animalitos y no hay nadie. Siguiente estación? Llamar al 112...

Me atienden muy amables y me dicen que van a mandar al cuerpo operativo correspondiente, que no me preocupe y que espere a que lleguen. Si sigo esperando muero de inanición o de un golpe de calor. Siguiente estación: Llamar a la Policía Local...

Me dice el policía de turno que ellos no tienen servicio de recogida de animales, y que no pueden hacer nada. Le digo al caballero que yo no quiero que le hagan nada a los perros, que si pueden llamar al dueño para que venga a encerrarlos, y me invita amablemente a que lo llame yo y que sea yo el que hable con él, y si eso no funciona que le ponga una denuncia en el juzgado, que ellos no pueden hacer nada. Siguiente estación: Llamar a la Policía Nacional...

Me explican, en este caso, que no es su competencia, que tengo que denunciar en la Policía Local, esbozando yo mi primera sonrisilla de indignado pacifista... Le comento lo que me han dicho en la Policía Local y el hombre, amablemente, me explica que el juzgado eso no lo admitiría a trámite puesto que no ha habido daño, que debo solicitar que la Policía Local verifique que los perros andan sueltos para luego poder poner la denuncia. Nos volvemos a la estación anterior, la Policía Local...

Vuelvo a hablar con el enterao de la Policía Local. "Nosotros allí no entramos a no ser que sea un caso de vida o muerte, aquello es una propiedad privada. Además, yo la patrulla la tengo en otro sitio y no la voy a molestar por dos perros. Si usted quiere poner la denuncia, avise a un vecino no familiar para tener un testigo y le echa una foto a los perros...", a lo que le respondo que "voy a molestar a los vecinos ahora, y después voy a coger mi palo en una mano y mi móvil en la otra, y que depende de como le siente al perro el flash, si se viene para mí y me muerde ya te llamaré otra vez para darte las gracias, por los servicios prestados, y entonces iré a poner la denuncia, una contra el dueño del perro y otra contra tí".

La respuesta, con su poquito de chulería mezclada con flojera y falta de educación, es que en ese caso no hace falta que me de su número de placa porque diciendo a que hora llamé ya aparece allí con quien hablé y que adelante... Flipo en colores y empiezo a escupir fuego por la boca.

Pero me dan por el culete, allí no aparece nadie y tengo que averiguar a través de un vecino el teléfono del dueño de los perros, que se presenta inmediatamente y tras una acalorada charla pide disculpas y promete solucionar un problema que tiene con su puerta. Esta parte del capítulo tiene más tela que cortar pero no deja de ser un particular y ahí cada uno es cada uno.

Pero estimados amigos de la Administración pública y fuerzas de Seguridad del Estado, señoritas de dulce voz del 112 incluídas, vaya tela... Si el perro llega a morder/tirar a mi novia y le provoca el parto, por ejemplo, le pego 2 tiros a los perros y otros 2 al dueño, y entonces voy yo a la cárcel. O si le parto la cara al dueño por capullo, venís y me invitáis una noche con gastos pagados a vuestro calabozo. O, en el mejor de los casos, que la gente deje de pasear por la noche a tomar el fresco. Cualquier cosa menos que hagáis vuestro trabajo, eso es lo último. Y por supuesto, de vez en cuando, sin que se os llame, entrad en la urbanización para daros un paseíto, como habéis hecho esta mañana. Seguramente sería un caso de vida o muerte.

Entre los que tenemos por encima y los que nos protegéis, estamos bien servidos. A veces pienso que es mejor que nos coja el tren. Otras veces pienso en que me encantaría tener a mano a un Dexter Morgan, y que lo manejase yo, ibais a quedar vivos uno o dos. Menos mal que el resto del tiempo pienso que lo mejor es estar por encima de todo eso. Y menos mal que todo ese tiempo me acompaña el Heavy Metal para canalizar tanta indignación.
PANDA DE INÚTILES

1 comentario:

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